Dicen que los perros se parecen a sus amos. Desde luego compartimos el amor por el bacon, el sofá y el placer de acabarnos un yogur. Tenemos ese punto torpe pero estiloso (y los envidiosos que no comenten) y nos encanta quedarnos dormidas al sol.
Y ahora ya no estás. Separarme de ti ha sido lo más duro que he tenido que hacer nunca. La sensación de desear algo con todas mis fuerzas y saber que no importa lo mucho que lo intente porque nunca lo conseguiré.
Has sido una hermana, un despertador, un jueves y una manta estupenda. Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Yo lo sabía y nunca lo olvidaré.
Declaro las 20.00 como tu momento del día. No importa lo que esté haciendo o en que esté pensando… Durante un minuto al día volveré a estar contigo.
Siempre te querré Kyla y nadie podrá borrar tu recuerdo.